Eran dos vecinos y concuñados que partieron con la idea. David Villarroel y Roberto Hernández vivían en un conjunto de blocks en Departamental y tuvieron el sueño común de cambiar el gris de su población por algo que trascendiera, desde la gráfica, al mundo entero, como un museo abierto a todos.
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El encargado de convocar a artistas emergentes, consagrados y de trabajar junto a los vecinos para tomar como lienzos, los grandes muros de los edificios, fue Alejandro “Mono” González.
Y así comenzó, en el 2009, este Museo de Cielo Abierto en la comuna de San Miguel, que visitaron los estudiantes de los terceros y cuartos medios del electivo de Artes Visuales, audiovisuales y multimediales, de la profesora Alejandra Goñi.
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Recorriendo el barrio conocieron la producción de grafiteros y muralistas de talla mundial como el belga Roa, el francés Seth y Kata Núñez radicada en Holanda.