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Graduado como profesor de Educación Física de la Universidad Católica Silva Henríquez y con un Magíster en Administración Deportiva, Claudio Vergara se ha convertido en alguien fundamental en nuestra comunidad educativa.

Su especialización en convivencia escolar y trabajo socioemocional, y su compromiso con el cultivo de una sana convivencia escolar en nuestro colegio, lo han llevado a convertirse en el Encargado de Convivencia, liderando y fomentando un entorno educativo de diversidad y respeto.

 

 

Claudio inició su carrera hace más de 30 años, enfocando su labor en el desarrollo deportivo y socioemocional de las y los estudiantes, en la educación pública.

Hace aproximadamente 15 años, tuvo su primer acercamiento con nuestro Colegio Altamira, realizando talleres extracurriculares. Desde entonces, su compromiso y dedicación lo llevaron a formar parte del equipo docente y, posteriormente, asumió el rol de Encargado de Convivencia.

En este rol, Claudio se encarga de supervisar las cuatro mediaciones del colegio: Alquimista, Yantra, Jacaranda y Kloketén. Su labor implica una capacidad excepcional para dialogar y escuchar, habilidades que resultan cruciales para un ambiente de respeto y comprensión mutua.

Uno de los aspectos que más destaca de la filosofía del Colegio Altamira, es su enfoque en la inclusión. “Soy apoderado del Colegio Altamira desde hace muchos años. Mi hijo salió de acá y ya tiene más de 30 años. Actualmente tengo a mis otros hijos estudiando acá, por lo que conozco muy bien y hace mucho tiempo el proyecto del colegio”, nos comentó el docente.

Según nos explicó Claudio, en nuestro colegio, los niños, niñas y jóvenes de diversas capacidades, habilidades y personalidades pueden convivir y aprender juntos, lo que representa un desafío enriquecedor y único para su desarrollo como personas en la sociedad.

Otro aspecto que resalta es la diversidad de colores que caracteriza al Colegio Altamira. Este centro educativo ofrece un entorno donde cada individuo puede identificarse desde diferentes perspectivas, lo que contribuye a un ambiente respetuoso y tolerante.