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Frente a los últimos acontecimientos que han afectado a nuestra comunidad, la querella criminal deducida en contra de dos profesores y dos trabajadores del Colegio Altamira, creemos que como Centro de Padres debemos manifestar la posición de esta Directiva frente a ese hecho.

Lo primero, resulta imposible juzgar y comprender el dolor que puede sufrir una familia que pierde a un hijo, y más aún en las circunstancias por todos conocidas. Sin embargo, creemos que vivir en sociedad requiere establecer relaciones de confianza. Sin ellas es imposible construir vínculos y menos aún comunidad. Este Colegio se basa en el cuidado de la vida, el respeto a la individualidad de todos sus integrantes y el entregarle a cada niño y niña, los instrumentos que les permitan descubrir su propia identidad y mostrarles caminos que les permitan potenciar sus talentos. Optar por este Colegio, supone entregar una importante señal de confianza a los miembros de esta Comunidad, para que puedan llevar a cabo estos desafiantes roles.

En ese sentido, formar parte de este Proyecto, como Padres y Madres, supone entregar diariamente esa confianza a profesores y trabajadores de este Colegio. Por lo mismo, esta Directiva respalda la actuación de los profesores y trabajadores, su cuidado y cariño que muestran diariamente respecto de nuestros hijos, en particular, ante un acto que pone en peligro su libertad y reputación. Estamos seguros que, si no confiáramos así en ellos, sería irresponsable de nuestra parte enviar a nuestros hijos a este colegio.

Lo que no podemos dejar de comunicar es nuestro total y completo desacuerdo con la difusión de imágenes correspondientes al día del accidente, en la cual aparecen nuestros niños, niñas y profesores, reabriendo nuevamente esta gran herida.  

Volvemos a insistir en nuestro apoyo a todos los trabajadores del colegio  que día a día luchan por mejorar la educación de nuestros hijos.

CPMA