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En el ámbito de  la escuela,
no podemos dar vuelta la espalda a la propensión natural que tienen los niños,
los jóvenes a cuestionarse el mundo que habitan.

Por Paula Ponce, Profesora de Filosofía del Altamira 


La filosofía es parte constitutiva del
sujeto por solo hecho de ser un ser pensante y habitar un mundo, un espacio que
lo interroga, que lo interpela a mirarlo con detención a zafar del
artificio  de producir y producir, como
si ese fuera el sentido y el propósito del ser humano… la filosofía es un
derecho humano  indisociable de nuestra
condición.

Abrir espacios de diálogo, discusión y
reflexión resulta imprescindible para 
entregar a los estudiantes una instancia de participación, de tornar más
activa su experiencia educativa.  En  concordancia con esta declaración, es que el
colegio Altamira, no solo defiende la filosofía en las aulas, como  una “disciplina” que desarrolla habilidades
vinculadas a la comprensión, el análisis 
etc., si no como un saber absolutamente relevante en el desarrollo del
sujeto consciente de sí mismo y de su entorno, apropiado de sus ideas, que
construye razones y comprende el mundo, etc.

Siendo así,  el colegio Altamira
-a propósito de los constantes cuestionamientos de que ha sido objeto la
asignatura de filosofía,  ya sea por entidades vinculadas al
ministerio o por este mismo- defiende la asignatura de  filosofía  y
lo otorga, por cierto, la condición que ésta tiene, la de un derecho.

Y desde esta consideración, no podemos
relegar el filosofar a los últimos dos años de  vida escolar, momento
tardío muchas veces  para comenzar a abrir miradas. Es por esto que,  desde
este año, el Altamira incorpora Filosofía a los estudiantes de 7° y 8° Básico,
como asignatura formal,  parte de sus curriculum en un  intento
de  entregar a los niños un rol más activo, haciéndolos parte de la
reflexión y el cuestionamiento que, como sujetos, deben tener de sus propios
procesos.

“Encuentro con la filosofía” es el nombre
que hemos asignado a este espacio, haciendo un guiño a este momento dialógico en
que las percepciones de los estudiantes respecto de temáticas sociales, éticas,
etc. se ponen sobre la mesa  para analizarlas y compartirlas  y
para construir desde ahí miradas, ideas y reflexiones.