Antes de salir de vacaciones los alumnos del IV°B tuvimos la
oportunidad de almorzar con los más chiquitos. Es así como surgió una idea
simple “comamos hamburguesas y luego juguemos en el patio”.
Por Adriana Bonifaz,
Corresponsal Equipo Prensa Altamira
Pero al final no resultó así de fácil… Algunos olvidaron qué
traer, hubo que ir a comprar, no sabíamos qué hacer cuando llegaron.
Los niños pequeños eran un desafío interesante. Aunque teníamos
una guitarra, no sabíamos qué cantarles; aunque teníamos comida, no sabíamos
qué cosan no les gustaban; aunque habíamos sido así de pequeños, nos costaba
recordarlo. Es así como este almuerzo empezó con una vibra incómoda.
Decidimos dejarlo ser, comimos en lo fue un incómodo
silencio, hasta que surgieron las risas y luego, todos manchados por igual con
manjar, disfrutamos de unos cuchuflís. Finalmente, salimos a jugar, hicimos una
ronda y cantamos igual que como lo hacíamos hace muchos años. Pero el tiempo se
acabó, los niños pequeños tenían que volver a su sala, sin embargo nadie quería
dejar de jugar. Es así como todos nos fuimos a la sala de los más pequeños y el
tiempo pasó sin darnos cuenta.
Deseábamos hacer algo simple. Comer hamburguesas y jugar. Es
así que, como resultado, los pequeños jugaron con toda su energía y nosotros
recordamos porque era tan maravilloso ser pequeños.
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