Es habitual que en los establecimientos educativos surjan ciertas problemáticas entre las personas que forman la comunidad. En estos casos, la mediación es fundamental para ofrecer una instancia de diálogo respetuoso e inclusivo donde estudiantes, educadores y familias puedan dialogar y abordarlas colaborativamente.
Nuestra profesora de Educación Física y actual encargada de mediación de Tercero y Cuarto Medio, Maritza Castro, nos explicó la importancia de la mediación escolar y cómo funciona para abordar las distintas problemáticas que puedan ocurrir en el entorno educativo.
¿ Qué es la mediación escolar y cómo funciona para nuestros/as estudiantes ?
Desde Quinto Básico a Cuarto Medio, nuestro Colegio Altamira cuenta con mediaciones escolares, las que se encargan de que se cumplan las normas de convivencia en el espacio escolar. Este es el primer espacio al que nuestros/as estudiantes acuden al momento de tener algún problema.
El trabajo de las mediaciones se realiza siempre entendiendo el mundo interno que tienen nuestros/as jóvenes, con la finalidad de ayudarlos a crecer y convivir en sociedad. Este espacio, que reemplaza la inspectoría, aborda y resuelve los conflictos de forma amigable, respetuosa, con autocrítica, haciéndose cargo de los errores y no desde lo punitivo.
Para nosotros, es sumamente importante generar vínculos con las y los estudiantes y entregarles la confianza necesaria para que se desahoguen y aconsejarlos si ellos/as lo piden.
¿ Cómo se abordan y resuelven las distintas problemáticas de la vida escolar ?
La Mediación es el primer paso donde nuestros/as estudiantes de Quinto Básico a Cuarto Medio, antes de esos cursos trabajan con co-educadoras, pueden acudir al momento de tener algún problema.
Dependiendo de la problemática va dependiendo si este se aborda con el o la profesora jefe, con el director socioemocional o si el o la estudiante requiere hablar con alguna de nuestras psicólogas.
Lo primero que hacemos cuando hay un conflicto, es hablar con ellos y generar la confianza para que nos digan lo que les pasa, para así poder ayudarlos. Siempre se conversa desde el entendimiento, teniendo confianza en que ellos van a aprender de sus errores y van a saber responder el día de mañana.
Como no tenemos inspectores, apostamos a la autorregulación, entonces, por ejemplo, en el caso de los retrasos en la mañana, si ellos juntan cinco días de atraso los citamos un día a reparación, que consiste en recuperar las horas que ellos llegaron atrasados. Esta reparación se realiza después del horario de clases y consiste en ayudar a los tíos y tías del aseo a ordenar su propio piso y sala.
Otro ejemplo de autorregulación es la entrada a clases luego del timbre. Ellos saben que cuando tocan para ingresar a la sala no hay una formación ni alguien que los esté buscando para entrar a la sala. De esta forma generan conciencia de la responsabilidad y formamos mejores ciudadanos.
Las y los estudiantes agradecen muchísimo tener mediaciones y hacen de esta sala una sala de ellos, que cuando tienen una complicación tienen toda la libertad de acudir a nosotros.