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Como todos los años, en medio de sus actividades curriculares, el Altamira quiso abrir un espacio para la reflexión y la memoria durante la jornada de este 11 de septiembre. Con la intención de mantener el recuerdo vivo, estudiantes y profesores de la comunidad Kloketen (III° y IV° medio) organizaron una serie de intervenciones artísticas para interpelar a todos los miembros de la comunidad educativa sobre esta significativa fecha, a  44 años del Golpe.

Por Mariano León, Profesor de Lenguaje
Fotografías: Gastón Becerra (IV° Medio D), Equipo Prensa Altamira


Desde el 11 de septiembre de 1973, nuestro país  nunca más volvió a ser el mismo y, como señaló la Profesora de Historia, Catalina Ortega, es importante retener en la memoria los acontecimientos que hasta hoy nos marcan como sociedad.

 

En ese contexto, para recuperar la conciencia de lo que sucedió en Chile, nuestra Comunidad desplegó una serie de carteles, fotografías y distintas muestras por el colegio que invitaron a una reflexión más íntima, para generar una toma de conciencia del lugar que hoy ocupa en nuestra memoria lo ocurrido hace 44 años ya.

En este espíritu, al son de marchas, metralletas y bailes como la “cueca sola”, un grupo de estudiantes nos ayudó a revivir los eventos que, por entonces, de modo tan dramático, pusieron fin al proyecto político y social que buscó construir un país más justo para todo el pueblo de Chile.

Caracterizados, durante los 15
minutos de cada recreo, nos invitaron a experimentar las emociones que
embargaron la fatídica mañana del 11 de septiembre del ‘73. En medio de esta representación
artística, se dio lugar al relato de testimonios de víctimas de la dictadura y
de quienes vivieron en primera persona este fatídico día.

Entre los testimonios más íntimos y
sentidos, pudimos oír dos profundas experiencias. La primera, la de nuestro
querido profesor de Matemática, Marcelo Reyes, quien nos habló de cómo, siendo
aún un adolescente, vio que el mundo de justicia se derrumbaba. Así mismo se
refirió a que hoy las utopías y el sueño de Allende están más vigentes  que nunca. Posteriormente, escuchamos el
relato de una de nuestras apoderadas, víctima de la represión, quien nos instó
a repensar el modelo de sociedad en que estamos viviendo.

 

La jornada de actividades culminó
durante la hora de almuerzo con la proyección abierta y en rotativo del
documental “Estadio Nacional”, de la documentalista chilena Carmen Luz Parot. “Nos
interesó evidenciar cómo un espacio que, tradicionalmente, asociamos a la
euforia y a la congregación de multitudes, se transformó en un escenario
silencioso, incrustado en medio de la ciudad, en donde tuvo lugar la expresión
más brutal de odio hacia nuestro propio pueblo”, señalaron los docentes
organizadores de la jornada.

Las palabras de cierre de la Profesora
Catalina Ortega invitaron  a no olvidar,
pero “no cayendo en la pena” sino en la consideración de cómo mirar nuestra
historia nos ayuda en la interpelación para ser hoy una sociedad más justa y
equitativa.